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Para ti, apreciado Maestro en tu día

Transcurrió la jornada de este 30 de abril de 2020. 

Me pasé el día disfrutando contigo tantas expresiones de respeto, admiración y cariño que nos han compartido por el día del maestro, desde los distintos grupos de mensajería en los que el hoy nos hace encontrar. 

Muchas de esas expresiones están ya guardadas desde hace tiempo en el historial de los escritos que se inspiraron en la gran verdad de lo que implica tener la vocación de enseñante. 

Todas esas inspiraciones también yo las corroboro y también te las repito una y otra vez con esta sencilla frase: “Maestro, tu labor, es insustituible”. 

Y, entonces, me resta decirte con todo mi ser que me siento feliz de pertenecer a esta época; porque soy testigo de una experiencia única: la cuarentena obligatoria y la imposibilidad de las clases presenciales.

En ese momento, cuando fue necesario y urgente cerrar las puertas de nuestras aulas, inmediatamente tu mente y tu corazón se abrieron a buscar entre todos la alternativa pues tu vocación de enseñante te urgía seguir dando respuesta, porque tu ser maestro no se termina en el recinto geográfico, tu ser maestro es inherente a tu relación con el discípulo, y para ello la pedagogía te anima a desafiar cualquier barrera, tomando mano de la herramienta que te ofrece la circunstancia de cada momento.

Gracias maestro, por enseñarme, una vez más, que no hay barreras para seguir aprendiendo; que es inagotable la fuerza, cuando está inspirada en el amor; que el auténtico Maestro es aquel que al mismo tiempo es siempre discípulo pues, incansablemente busca aprender cada día cómo llegar mejor a los que necesitan del acompañamiento en su caminar para enriquecerse en su aprendizaje de lo que necesita para la vida.

¡Feliz día del Maestro! ¡Gracias por tu trabajo en la Universidad Católica! ¡Con tu labor salvaremos al Paraguay de esta pandemia y seguiremos formando generaciones que hacen la grandeza de nuestro querido País!

Pbro. Narciso Velazquez F., Rector